<p>El brote de <em>COVID-19</em> estalló en Wuhan, China, en diciembre de 2019 y fue declarado como una emergencia sanitaria de escala mundial por la Organización Mundial de la Salud (OMS, en adelante) en el mes de marzo de 2020. Ha afectado, a la fecha, a un total de 173 países. La gravedad sanitaria de la situación reside en el grado de contagio de la enfermedad, que hace que, sin una adecuada prevención y contención mediante aislamiento social, muchas personas requieran atención médica al mismo tiempo, lo que desabastece los recursos sanitarios de las zonas más afectadas.</p><p> </p><p>La provincia de Corrientes, como muchas otras, ha debido tomar decisiones que impliquen paliar la situación optando por diferentes soluciones para enfrentar esta problemática. Una de estas medidas fue la construcción de un hospital de campaña para tratamientos de pacientes afectados por el virus <em>SARS-CoV2</em>.</p><p> </p><p>El desafío fue el de reacondicionar y readecuar un establecimiento educativo construido durante el gobierno del presidente Juan Domingo Perón, para convertirlo en un edificio equipado para la salud, teniendo en cuenta no solo el equipamiento interno, sino la infraestructura física del lugar y el contexto de su ubicación. Esto hoy en día representa para los correntinos una respuesta eficaz frente una situación que ha transformado el mundo, y es un caso singular en las respuestas dadas a estas situaciones de ampliación de capacidades implementadas por los sistemas de salud, que entendemos merecen una mirada particular en su conformación como una alternativa válida, ya que combinan los tres estados de la enfermedad y centralizan la atención en un solo edificio en toda la provincia.</p>