Uno no puede –o no debe– dar la espalda al tiempo en el que vive. Y nuestra época es, desgraciadamente, víctima de una enfermedad, el SIDA, que no cesa de causar brutales estragos en nuestro entorno, estragos tanto más dolorosos cuanto que afectan a hombres y mujeres llenos de vitalidad, de fuerza, de juventud. El SIDA, en muchos casos encarnación real de la metafórica unión de Eros y Thanatos –como dice Pascal de Duve–, es el gran escándalo de este fin de siglo y de milenio, y ha marcado con su sello no sólo los cuerpos de tantos y tantos jóvenes sino también la producción cultural de nuestra época: las artes plásticas, la escritura, la cinematografía, la publicidad, etc.Este libro reúne una serie de trabajos en los que se analiza, desde perspectivas distintas (estética, literaria, sociológica, lingüística, etc.) las relaciones que en los últimos decenios se han ido estableciendo entre el SIDA y la cultura contemporánea. El tema es tan extraordinariamente amplio que no se han podido abarcar todos sus aspectos, pero el lector interesado y preocupado por este tema hallará aquí variadas reflexiones sobre los discursos terapéuticos, culturales y publicitarios del SIDA, así como numerosos análisis de las interacciones que se establecen entre el arte y la experiencia de la enfermedad. Todos estos trabajos ponen de manifiesto que el SIDA es actualmente en nuestra cultura un lugar excepcional de significación, un nudo de metáforas a través de las cuales se proyecta, como consecuencia de la enfermedad, una visión diferente de la vida, de la muerte y del arte. Se verá aquí que el SIDA es, en muchos casos, el detonante que configura la especificidad de la obra de arte, el tipo de escritura, las imágenes y las metáforas que la sustentan, en una lucha contra una muerte inevitable en la que el artista descubre frecuentemente la victoria del arte y de la conciencia.