Objetivo
Según las recomendaciones de la guía de práctica clínica en cuanto al tratamiento psicofarmacológico inyectable en adultos con esquizofrenia dual, los antipsicóticos de segunda generación son de elección, por su mejor perfil de efectos secundarios.
El objetivo principal de nuestro estudio es analizar la prevalencia del uso de antipsicóticos inyectables de larga duración al alta, en pacientes con diagnóstico de esquizofrenia dual durante el primer semestre de 2019. Material y métodos
Estudio descriptivo retrospectivo.
Criterios de inclusión: pacientes con edad entre los 18 y 70 años con diagnóstico de esquizofrenia y trastorno de uso de sustancias (según criterios DSM 5) que ingresan en la Unidad de Hospitalización de Salud Mental del Hospital Universitario Virgen Macarena en el primer semestre de 2019.
Se analizan las variables: datos sociodemográficos, uso y tipo de antipsicóticos inyectables, duración y tipo de ingreso (voluntario/involuntario). Resultados
y conclusiones De los 56 pacientes con diagnóstico de esquizofrenia dual ingresados en el primer semestre de 2019, al 55,4% (31 pacientes) se les prescribió al alta tratamiento antipsicótico inyectable de larga duración. De éstos, el 6,45% (2 pacientes) recibieron tratamiento con antipsicóticos inyectables clásicos y el 93,55% (29 pacientes) con antipsicóticos de segunda generación (Risperidona inyectable de larga duración 6,9%; palmitato de paliperidona de liberación mensual (PP1M) 44,83%; palmitato de paliperidona de liberación trimestral 6,9%; Aripiprazol inyectable de liberación prolongada 41,38%).
El perfil sociodemográfico y clínico de los pacientes en tratamiento con antipsicóticos inyectables fue: hombre, edad media de 42,22 (D.S. 12,87), procedente del medio rural, ingreso tipo involuntario, de duración media 18,16 días (D.S. 9,6) y en tratamiento con PP1M. Conclusión: En nuestra unidad de hospitalización el 55,4% de los pacientes con diagnóstico de esquizofrenia dual recibieron tratamiento antipsicótico inyectable de larga duración al alta, siendo el 93,55% de segunda generación.