There is a broad academic consensus on the role of the media in promoting and maintaining hegemony. However, the media can also be used to counter hegemonic discourses and empower people who have no voice. This is the case of ethnic minority media. The development of media by these groups has contributed to their inclusion into the public sphere, understood as the space in which citizen issues are articulated and negotiated, and where the struggle related to the imposition of hegemonic meanings takes place. In this context, they have become a tool in the fight against cultural hegemony, exclusion, and discrimination. Considering their enormous potential to counteract not only the biased and criminalizing representation of ethnic minorities in the mainstream media but also the “discursive exclusion” of these groups, the academic literature has described minority media as “alternative,” in two aspects: on the one hand, in relation to the generalist media, and on the other, in relation to their potential to offer new voices and discourses on social reality. This work focuses on elucidating the extent to which one can consider this type of media as “alternative,” considering that, despite their emancipatory potential, they are subject to the tensions and contradictions of the media space, which is emerging as a very complex space, influenced by other fields of power, e.g., political and economic. For these media, tensions are also generated in the transnational space, adding enormous complexity to the field.
Resumen
Existe un amplio consenso académico sobre el papel de los medios de comunicación en el fomento y mantenimiento de la hegemonía. Pero los medios también se pueden utilizar para contrarrestar los discursos hegemónicos y empoderar a las personas que no tienen voz. Este es el caso de los medios de minorías étnicas. El desarrollo de medios por parte de estos grupos ha contribuido a su inserción en la esfera pública, entendida como el espacio en el que se articulan y se negocian las cuestiones ciudadanas, y donde se produce la lucha por la imposición de significados hegemónicos sobre la realidad social. De este modo, se han convertido en una herramienta para la lucha contra la hegemonía cultural, la exclusión y la discriminación de colectivos minoritarios. Con su enorme potencial para contrarrestar no solo la representación sesgada y criminalizadora de las minorías étnicas en los medios de comunicación generalistas, sino también la “exclusión discursiva” de estos colectivos, la literatura científica ha calificado a los medios de minorías como “alternativos”, y ello en una doble vertiente: por un lado, en relación a los medios generalistas, y por otro, en relación a su potencial para ofrecer nuevas voces y discursos sobre la realidad social. Este trabajo se centra en dilucidar hasta qué punto podemos considerar a este tipo de medios como “alternativos”, teniendo en cuenta que, a pesar de su potencial emancipador, se encuentran sometidos a las tensiones y contradicciones del espacio mediático, que se perfila como un espacio muy complejo, influido por otros campos de poder, como son el político y el económico. En estos medios, dichas tensiones se generan además en el espacio transnacional, aportando una enorme complejidad.