Estudio gravimétrico del cuadrángulo de Tegucigalpa, Valle del Zamorano, Valle de San Juan de Flores y Morocelí
Entre el 4 de julio y el 17 de agosto del 2007, realizó una campaña de gravimetría con el propósito de recolectar datos de gravedad relativa en las regiones del cuadrángulo de Tegucigalpa, Valle del Zamorano y Valle de San Juan de Flores y Morocelí. En dicha campaña se establecieron 67 estaciones, con las cuales se formó una red gravimétrica local con 24 circuitos, interconectados mediante una estación base que forma parte de la red regional establecida por NOA-NGS (2001). A lo largo de toda la zona de influencia encontramos fuertes anomalías negativas de Bouguer, entre -57 y -79 mGals, consistentes con los valores regionales reportados anteriormente por Bowin (1978) y Weyl (1980) asociadas a la compensación isostática en la zona central de Honduras. En los valles de San Juan de Flores (Cantarranas), Morocelí y El Zamorano, definimos niveles de gravedad regional adecuados para explorar la topografía interna del basamento y las profundidades del aluvión a lo largo de perfiles selectos. Utilizando el programa GRAVMAG (Burger et al, 2006) que implementa el método de Talwani et al, (1959) para calcular gravedad residual, construimos modelos del cuerpo de aluvión en dos dimensiones consistentes con la geología y gravedad residual observada, asumiendo un contraste de densidad de -0.4g/cm3. Los fondos más irregulares y profundos se observaron en el valle de Morocelí, para un perfil longitudinal de 37 km en el cual las profundidades oscilan entre 1000, 400 y 1,400 m. Los Valles de San Juan de Flores y Zamorano, por el contrario, exhiben una topografía interna suave y profundidades máximas de 130 y 350 m., respectivamente. Para la zona metropolitana de la ciudad de Tegucigalpa elaboramos un mapa de contorno de anomalías de Bouguer y observamos una fuerte correlación con la geología local, con un máximo alrededor de -60 mgals asociado a la formación Río Chiquito (Krc) del grupo de Valle de Angeles, y valores bajos, hasta -80 mGals, en las zonas de tobas y sedimentos volcánicos del Grupo Padre Miguel. Esto significa que es posible definir curvas de gravedad regional asociada a la zona de contacto entre estos dos grupos, una variable de gran importancia geotécnica para la industria local de la construcción. Nuestra exploración preliminar del campo de gravedad residual en Tegucigalpa sugiere un nivel de gravedad regional de -67 mGals para hacer correcciones de isostasia en futuros trabajos de exploración gravimétrica en esta ciudad. DOI: http://dx.doi.org/10.5377/rct.v0i9.707 Revista Ciencia y Tecnología, No. 9, Diciembre 2011 pp.27-67