El presente artículo aborda la relación entre dos comedias: Las firmezas de Isabela, de Luis de Góngora, y Virtud, pobreza y mujer, de Lope de Vega. Tras fijar la fecha de escritura de la segunda, se estipula que fue Lope quien pudo inspirarse en Góngora y no al revés (cuestión discutida), y se aclaran, amplían, matizan o desmienten las huellas de la comedia gongorina atisbadas hasta ahora por la crítica. Además, se explica cómo el rastro de Las firmezas de Isabela se deja sentir fundamentalmente en el primer acto de Virtud, pobreza y mujer, mientras que en el resto de su comedia Lope se ciñe a otros modelos (el género bizantino y una novella de Masuccio); del mismo modo, se recalca que la asombrosa virtud de Isabel puede leerse a la luz de otros casos similares, muy ponderados en el Arte nuevo. Con todo, el carácter polémico y antigongorino de la dedicatoria que Lope antepuso a Virtud, pobreza y mujer al publicar la pieza en la Parte XX (1625), lo mismo que las reminiscencias biográficas con que el madrileño moldeó a su protagonista —sugeridas aquí por vez primera—, permiten concluir que, tanto a la hora de escribir Virtud, pobreza y mujer como de publicarla, Lope quiso lanzar una pulla contra la comedia de su eterno rival: punto de partida de la suya, sí, pero hija del cordobés al fin y al cabo, y fruto de una propuesta teatral que en buena medida suponía una reacción contra la del Fénix de los Ingenios.