El presente artículo tiene como propósito dar a conocer los hallazgos de una revisión documental sistemática de estudios publicados entre los años 2013 y 2021. El objetivo de la investigación fue establecer la relación de los efectos y alteraciones que produce el cortisol alto y sostenido en el tiempo sobre las funciones cognitivas. Para lograr este objetivo se revisaron 73 documentos, los cuales fueron sometidos a un análisis formal y de contenido, en una secuencia ordenada, orientada por los objetivos de la investigación, seleccionando 36 investigaciones neurocientíficas. Los documentos encontrados corresponden a fuentes primarias y secundarias, asociadas a las temáticas, cortisol en términos de definición, función y alteración; hipercortisolemia sostenida, estrés y estructuras cerebrales; identificación de los daños y alteraciones en las estructuras cerebrales, como la amígdala, el hipocampo y corteza prefrontal, así como funciones cognitivas tales como: atención, memoria, cognición social y planificación, consideradas como prerrequisitos para el desarrollo del aprendizaje. El estudio permitió concluir que los niveles altos de cortisol, por periodos prolongados a causa del estrés físico y psicológico, generan un impacto negativo en el organismo, produciendo una condición neurotóxica para las estructuras cerebrales, modificando su volumen y favoreciendo una disfunción neuronal, generando como consecuencia alteración en las funciones cognitivas, tales como: fallo en el sistema arousal, estado de alerta, concentración, así como memoria episódica y espacial, que en su conjunto afectan el procesamiento de información y aprendizaje.